El anuncio del Evangelio es siempre una novedad; aunque, los eventos y las palabras de Jesús registrados en los textos de los Evangelios, hace casi dos mil años, sus enseñanzas sobre el amor, la compasión, la justicia, la salvación y la vida eterna son fundamentales para la existencia personal y para el discernir de un desarrollo auténtico de los pueblos.
El mensaje del Evangelio conlleva el descubrimiento del valor individual y del compromiso de construir comunidades coherentes con la dignidad humana; cuando alguien encuentra y responde positivamente a la presencia de Jesús, experimenta una transformación en pos de vivir un nuevo estilo vida, movido por la misericordia, el perdón y la paz.
El Evangelio se anuncia en los diferentes contextos culturales de todo el mundo y en toda época inspira a las sociedades locales, por el Espíritu Santo, a dar frutos de vida eterna en comunidades que proclaman la bondad del Padre con las características propias de cada cultura.
A lo largo de la historia, la comprensión del Evangelio se profundiza, mediante el estudio creyente y la contribución teológica, signos de una verdadera maduración de la fe y del compromiso personal en la espera del cumplimiento de las promesas del Evangelio.
El anuncio del Evangelio es siempre una novedad, que transforma e inspira, en las diversas circunstancias cambiantes de la existencia personal y de las sociedades, para mostrar el rostro humano de Dios en cada ser humano que puede ser un hijo, como Jesús, el primogénito de muchos hermanos.