La autoridad se refiere a la capacidad de tomar decisiones y ejercer influencia sobre otras personas o grupos, en virtud de su experiencia, conocimiento, habilidades o posición en una organización o sociedad. Ser una autoridad implica tener un grado de poder o control sobre los demás y se basa en la confianza y el respeto que se otorga a alguien en virtud de su capacidad para liderar o dirigir.

Por otro lado, tener un nombramiento de autoridad se refiere a ser designado oficialmente para ocupar una posición de poder o liderazgo en una organización o institución. Esto puede incluir cargos políticos, administrativos o ejecutivos, entre otros. La persona nombrada puede tener cierto nivel de autoridad debido a su posición, pero no necesariamente tiene las habilidades, conocimientos o la confianza para ejercer esa autoridad de manera efectiva.

Es importante, la diferencia entre ser autoridad y tener un nombramiento de autoridad que radica en la capacidad de ejercer el poder y la influencia de manera efectiva. Ser una autoridad implica tener la capacidad de liderar y dirigir a otros, mientras que tener un nombramiento de autoridad implica ocupar una posición oficial pero no necesariamente tener la capacidad de ejercer ese poder de manera efectiva.