Encontré un hombre / que caminaba sin sentido. / Era un poeta, / hacía su trabajo, / buscaba aquello que todos creían haber encontrado…

Amigos, a estas horas agradecemos presentar Residencia en la Sierra de Kieran Furey y Juan José Zambrano; obra enteramente concebida desde la poesía. La realidad social golpea la conciencia del poeta para convertirse en palabras, en poesía; una poesía que inspira al fotógrafo a buscar aquella realidad social para reescribirla con la intensidad de la luz.

¿Para qué este empeño de escribir y de reescribir? ¡Para que aquellos hechos no se esfumen! Para que no muera inútilmente; para que no desaparezca en el olvido o terminen convertidos en fábulas de colores variopintos, como podremos saborear, por ejemplo, de las locas fantasía de los españoles en su conquista de América, de los pobres Iberoamericanos que se esmeran por parecerse a los hispanos o de los pobres ecuatorianos que sienten correr por las venas del gran Sucre, su sangre y valor.

Las poesías escritas por trashumantes tienen el sabor de aquella inocencia que no se desequilibra ni se corrompe para favorecer las pretensiones de uno en desmedro de otros.

¿Por qué es importante Residencia en la Sierra? Porque es una fuente para hablar de los que no existen; porque es la noticia de aquellos que no tuvieron ninguna oportunidad, de las pretensiones de aquellos que no quisieran que existiesen. Eso será para algunos, para otros es la palabra que desvela un versante de la realidad social; un fundamento sobre el cual se construye sólidamente, sin olvido de la deuda que existe.

Residencia en la Sierra es una amalgama de la palabra con la imagen, una manera de crear una obra cuyo fin está en topar la sensibilidad humana desde la magia enloquecedora de las palabras. En este vórtice de imágenes -que diría más de mil palabras- y la palabra -que sugiere infinitas imágenes-: el embrujo embriagante de Wittgenstein, un reto para cada ser humano como tarea pendiente, que lo pierde en un complicado laberinto, del cual no puede salir, que muchos prefieren evitar y no vivir pero el resultado de semejante opción no es vivir.

Podremos encontrar una poesía o una imagen que nos moleste, que ponga sal en nuestras heridas abiertas; tras de esas está un artista, un ser humano, un poeta y esa característica es la que lo define como tal; aunque, para muchos, el trabajo del poeta no tenga la mínima importancia; obviamente, siempre, el ser humano ha preferido la dopamina o cualquier analgésico, para olvidar sus heridas y sus miedos.