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Perro detrás de rejas de hierro forjado, pueblo andino. Colombia.
Las
cosas y los eventos están marcados por las vivencia personales, de agrado y de
desagrado, de vida y de muerte… todo guardado en un baúl, cuya lleve queda
escondida u olvidada en un sitio incógnito, remoto o clausurado por el propio
sujeto. Todo el universo permanece mudo hasta que la palabra de ser humano le
proclama bello, maravilloso e infinito. Cada ser humano, desde su concepción, construye
su universo, lo hace con significados ajenos, así esculpe el ser y el valor de
todas las cosas y de todos los eventos; pero, no podrá vivir sin tener su
palabra para ser y no perderse en el anonimato absurdo y aburrido del grupo, necesita
reconstruir su universo desde el don que es y el saberse también una bendición,
forjados solo y exclusivamente de si mismo como respuesta a la bondad. Leonidas
Proaño en su poema
El sentido de la vida propone
la necesidad de buscar y de enfocándose en el amor para reconocer el sentido.
     
El sentido de la vida
He
buscado el sentido de las cosas,
el
encanto y belleza de las almas;
he
buscado el sentido de la vida
en
el encanto de las alboradas.
Y
en visto la unidad y la armonía
haciendo
bello el mundo y la mañana,
y
he visto la unidad y la armonía:
haciendo
la grandeza de las almas:
y
he visto allá en el fondo,
he
visto allá en la entraña
al
Amor unificado,
al
Amor, luz y fuerza, fuego y llama.
Y
he sabido que amar es entregarse:
Sacrificio
y Amor no se separan.
Y
que es ese el sentido de la vida,

que está allí la belleza de
las almas.