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| Dibujo en la tumba del amigo (Fabián Latorre). Quedan los árboles que sembraste, 1984. |
Se quedó llorando,
reseñando y reconstruyendo una y otra vez aquellos eventos que marcaron de
dolor y sufrimiento su existencia: este es un de los efectos de experimentar un
evento traumático, como la muerte de un compañero o de un amigo. La expresión
del dolor por la ausencia de alguien querido, que no solo se queda en el
silencio sino que se expresa en un poema, así también lo hace Leonidas Proaño
en el año 1931, seguramente, al experimentar la separación que provoca la
muerte.
reseñando y reconstruyendo una y otra vez aquellos eventos que marcaron de
dolor y sufrimiento su existencia: este es un de los efectos de experimentar un
evento traumático, como la muerte de un compañero o de un amigo. La expresión
del dolor por la ausencia de alguien querido, que no solo se queda en el
silencio sino que se expresa en un poema, así también lo hace Leonidas Proaño
en el año 1931, seguramente, al experimentar la separación que provoca la
muerte.
En
la tumba de un amigo
la tumba de un amigo
¡Tiemblan las
ramas,
ramas,
lloran las hojas,
qué de congojas
ellas tendrán!
Y yo entre tanto
tomo un sendero:
también yo quiero
ir a llorar.
Llorad. Oh,
sauces,
sauces,
llorar conmigo…
mi dulce amigo
no existe ya.
Sobre su tumba
gotas de pena
y una azucena
vengo a dejar.
Tiemblen las ramas,
el viento zumba…
Sobre su tumba
no hay una flor.
Pero aquí traigo
una azucena,
gotas de pena
y una oración.
De un sol ya
muerto
muerto
al muerto brillo,
yo me arrodillo
con devoción.
Siembro azucenas,
riego mi llanto,
y al cielo en
tanto
tanto
va mi oración.
Lloran las hojas
fino rocío…
¿será de frío
o de dolor?…
Llorad, oh,
sauces,
sauces,
llorad conmigo
al dulce amigo
que lloro yo.
1931.