Olafa se llama el águila arpía del Parque
Cóndor (Pucara Alto, Otavalo, Imbabura) es una de las rapaces representativas
que se encuentran mientras se recorre
las instalaciones del novedoso parque otavaleño. Olafa, como cualquier águila de su especie, tiene sus garras
dispuestas para la cacería, esos instrumentos sirven para mantener su
ecosistema limpio y en su respectivo equilibrio. Las águilas arpías deben tal
nombre a la imaginación de los antiguos europeos, quienes personificaban en las
“arpías” a unos seres alados (genios, brujas, magos, según Virgilio) con bustos
y rostros de mujeres que hurtaban los alimentos o los ensuciaban.
Cóndor (Pucara Alto, Otavalo, Imbabura) es una de las rapaces representativas
que se encuentran mientras se recorre
las instalaciones del novedoso parque otavaleño. Olafa, como cualquier águila de su especie, tiene sus garras
dispuestas para la cacería, esos instrumentos sirven para mantener su
ecosistema limpio y en su respectivo equilibrio. Las águilas arpías deben tal
nombre a la imaginación de los antiguos europeos, quienes personificaban en las
“arpías” a unos seres alados (genios, brujas, magos, según Virgilio) con bustos
y rostros de mujeres que hurtaban los alimentos o los ensuciaban.
No me parece justo aplicar el nombre arpías a
las águilas mas adecuado resultaría aplicarlo a quienes funge de políticos sin
serlo, a esos que especializan en apoderarse de aquello que no estaría a su
alcance de no ser por su cargo. Sarcástico, resulta observar la existencia de
“seres” que presumen de ideologías solamente para aparentar y seducir, así se
ufanan de ser de “derecha” o de “izquierda” sin importarles que cosa puede
significar tal o cual “ideología” o como
se puede servir a las sociedades desde tales concepciones políticas pero a
aquellos solo les interesa quitar el pan de los otros y quedarse ellos.
las águilas mas adecuado resultaría aplicarlo a quienes funge de políticos sin
serlo, a esos que especializan en apoderarse de aquello que no estaría a su
alcance de no ser por su cargo. Sarcástico, resulta observar la existencia de
“seres” que presumen de ideologías solamente para aparentar y seducir, así se
ufanan de ser de “derecha” o de “izquierda” sin importarles que cosa puede
significar tal o cual “ideología” o como
se puede servir a las sociedades desde tales concepciones políticas pero a
aquellos solo les interesa quitar el pan de los otros y quedarse ellos.
De igual manera, cabe aplicar el nombre de
arpías, a esos negociantes a quienes no importa nada más que el lucro, a esos a
quienes se satisfacen con las ganancias obtenidas con tal o cual operación. Los
“relativismos” subyacentes tanto en los políticos oportunistas como en los
inescrupulosos gestores económicos
resultan escalofriantes y se pueden asemejar a los vuelos de las arpías,
estrategias efectivas para robar los alimentos a los propietarios y dejarlos
solo con el apetito.
arpías, a esos negociantes a quienes no importa nada más que el lucro, a esos a
quienes se satisfacen con las ganancias obtenidas con tal o cual operación. Los
“relativismos” subyacentes tanto en los políticos oportunistas como en los
inescrupulosos gestores económicos
resultan escalofriantes y se pueden asemejar a los vuelos de las arpías,
estrategias efectivas para robar los alimentos a los propietarios y dejarlos
solo con el apetito.