Una acusación injusta, infame y desinformada realizada en contra de
Mons. Proaño, es aquella que atribuye al obispo ecuatoriano de haber aplicado
métodos foráneos (ajenos de la tierra) en su desempeño pastoral al frente de la
diócesis de Riobamba.
Si se observa la vida del Padre Proaño, en los primeros años de
ministerio pastoral, se puede detectar su afán de intervenir en las realidades
sociales concretas, así lo realiza en su ámbito de formador de la juventud en
Ibarra y sobretodo con los más pobres; concentrando su acción en la promoción efectivamente
de la dignidad de la persona y el valor de la verdad, mediante el desarrollo de
la capacidad critica de ser humano y la oportunidad para expresar la opinión
personal propia. Así se forman, por un lado, la Librería Cardijn, iniciando una importante importación de libros, y
por otro lado, el Diario La Verdad,
un periódico independiente y de orientación no ligado a ninguna ideologías.
Mons. Proaño, como obispo de Riobamba, realiza el mismo proceso
iniciado en Ibarra: promoción de la conciencia propia de la dignidad de ser
humano que debe sustentar la persona por mi misma (“La verdad les hará libres”
Jn 14).
Paradójicamente, se puede observar, en el desempeño “ministerial” de
otros obispos, que han copiado, hasta en lo detalles, las acciones pastorales
de otras realidades eclesiales (o grupos eclesiales), que ni siquiera tienes
relación con las realidades sociales en las cuales deben servir, irrespetando y
afectando la tradiciones propias de las Iglesias particulares en la cuales no
permiten el desarrollo de las identidades.