La
Iglesia Católica en los últimos decenios ha mostrado publicamente un enorme poder de convocación
para congregar miles de personas en actos multitudinarios como son las
famosísimas “Jornadas Mundiales” o “Encuentros Internacionales”.
Paradójicamente, a semejantes muestras de masiva participación de gentes, la
vida efectiva de los católicos es cada vez más desvinculada de las grandes
decisiones en las sociedades. Este hecho lleva, no a pocos, a cuestionarse
sobre los eventos populares.
Iglesia Católica en los últimos decenios ha mostrado publicamente un enorme poder de convocación
para congregar miles de personas en actos multitudinarios como son las
famosísimas “Jornadas Mundiales” o “Encuentros Internacionales”.
Paradójicamente, a semejantes muestras de masiva participación de gentes, la
vida efectiva de los católicos es cada vez más desvinculada de las grandes
decisiones en las sociedades. Este hecho lleva, no a pocos, a cuestionarse
sobre los eventos populares.
Ante
tal paradoja, serían oportunos algunos estudios sociológicos sobretodo
antropológicos para tener alguna luz de la realidad que está detrás de tales
eventos. Lo escandaloso, de esas reuniones multitudinarias, es que son promovidas por las sociedades donde es
notorio la explotación de los recursos (la falta de compromiso con el medio
ambiente así como la ávida de usufructuar los
recursos naturales) y de las personas (empresas
que buscan países pobres para aventajare de los salarios bajos, por un
ejemplo); igualmente, de escandaloso es considerar los sentidos de la
vida humana absolutamente manipulados, tanto en el aspecto de la generación
(sexualidad y familia) como en el tratamiento médico de las enfermedades y de
la vejez, igualmente se puede anotar la falta de fraternidad (barrios enteros
de seres solitarios o las instituciones creadas para seres solitarios)…
tal paradoja, serían oportunos algunos estudios sociológicos sobretodo
antropológicos para tener alguna luz de la realidad que está detrás de tales
eventos. Lo escandaloso, de esas reuniones multitudinarias, es que son promovidas por las sociedades donde es
notorio la explotación de los recursos (la falta de compromiso con el medio
ambiente así como la ávida de usufructuar los
recursos naturales) y de las personas (empresas
que buscan países pobres para aventajare de los salarios bajos, por un
ejemplo); igualmente, de escandaloso es considerar los sentidos de la
vida humana absolutamente manipulados, tanto en el aspecto de la generación
(sexualidad y familia) como en el tratamiento médico de las enfermedades y de
la vejez, igualmente se puede anotar la falta de fraternidad (barrios enteros
de seres solitarios o las instituciones creadas para seres solitarios)…
Al papa
Pablo VI, quizá el pontífice más importante del siglo pasado, se le acusa de haber
sido una personaje dubitativo, aunque no cabe duda que en sus escritos se
observa con claridad la exigencia impostergable, para el anuncio del Evangelio,
de la palabra auténtica. Un palabra que no sea apariencia, un cascarón
superfluo artificialmente pintado, sino que contenga y trasmita el calor
proprio del corazón humano.
Pablo VI, quizá el pontífice más importante del siglo pasado, se le acusa de haber
sido una personaje dubitativo, aunque no cabe duda que en sus escritos se
observa con claridad la exigencia impostergable, para el anuncio del Evangelio,
de la palabra auténtica. Un palabra que no sea apariencia, un cascarón
superfluo artificialmente pintado, sino que contenga y trasmita el calor
proprio del corazón humano.