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Imagen Auditorio San Fidel, Milano, 2013
 
Rafael Correa en su intervención del sábado responde a un obispo del
Ecuador (Mons. Parilla) que había deplorado en una columna periodística el
hecho de “suspender las capellanía católicas en algunos hospitales del
Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social”. A lo cual el Mandatario, apoyado
por su principal del IESS, precisó que no era exactamente correcta la
información, lo que se ha  suspendido
–declaro- era el suelo de los capellanes o sea los 17.000,oo dólares anuales
que cada capellan recibía; el mandatario subrayo tambien que ese rublo debía
ser cubierto por la Iglesia catolica ya que el Ecuador, como  un estado laico que respeta todas las
creencias, no puede apoyar a un solo grupo religioso.

¡Que interesante, información! ¿Cuanto gana un sacerdote? ¡Buena pregunta!
¡Ciertamente, no 17.000,oo anuales! Obviamente, la preocupacion del prelado -se
supone- está centrada en la oportunidad de brindar el servicio espiritual a los
enfermos en los centros de salud pública, supongo que lo mismo rige en otras instituciones
públicas. En este punto es necesario considerar ¿cuál sería la fuente de
financiamiento de los sacerdotes católicos en el Ecuador para cubrir una
cantidad semejante a la que cobraban aquellos capellanes?

¡Un problema interesente! Lástima, el periodismo existente en el Ecuador
que no  profundiza  en los sucesos, conformandose solo con la
pregoneria o ser alcahuete de pocos tópicos. Entre estos topicos se encasillan
tambien una  figura de la Iglesia o la
imagen de Iglesia católica parecería estar -para algunos superficiales o
malintencionados- a la par con la de los grupos fundamentalistas o en el mundo
del folklorismo o en una confabulacion con los grupos de “harsto  cuschi”.