La primera vez que
escuché la palabra “cultura” fue durante un partido de fútbol intercolegial, que
enfrentaba mi colegio (Aloasi) con el colegio de la parroquia vecina
(Machachi). Yo era parte de la hinchada que estaba en el graderío y nuestro
cometido no solo era animar a vencer a los jugadores del equipo sino el de
desanimar a los adversarios por medio de gritarles improperios e insultos, así
que,  aquella vez, les lanzábamos botellas
y cualquier cosa que sea arrojable. El enfrentamiento se había convertido en
una batalla campal, incluso algunos combatían cuerpo a cuerpo a bofetadas,
hasta que se encendió el alto parlante de estadio y se escuchó la voz de uno de
los rectores que contundente exigía: “mas cultura pedazo de sinvergüenzas (el
digo una malapalabra)”.
La palabra “cultura”,
en el contexto de la historieta, refiere a un comportamiento apropiado en el
ambiente de la hinchada en los graderíos, de alguna manera conocido por todos y
dado por supuesto. Un comportamiento llamado culto en contraposición a otro
comportamiento dicho inculto, sin cultura. El comportamiento esperado (el
culto) –según se desprende de la historia- debía ser regido por unas normas de
convivencia que excluyan el enfrentamiento directo (lanzamiento de botellas y
piedras) y los insultos; por contraposición el comportamiento inculto (del cual
fuimos protagonistas) que consiste  en lanzar insultos y objetos a
los adversarios con intención de amedrentarlos.
El rector, al pedir
“mas cultura”, seguramente pensaba en el fruto del proceso educativo (de un
método y de unos conceptos que se deben aprender-) y que convierten al ser
humano en una persona educada (culto) a lo que se opone la gente mala educada o
carente de educación (incultos). Esto recuerda la vieja idea de Marco Tulio
Cicerón (106 – 43 AC) muy difusa y que indica que la cultura es “cultura anima” (el cultivo del alma).
Pero ¿era esto precisamente que tenía en mente aquel rector? ¿Y eso la cultura?
Otra día, cuando viajé a Quito, no mucho tiempo después del incidente del estadio
leí, en un strikes que estaba fijado
en un bus: “demuestre su cultura arroje la basura por la ventana”… ¡Esto
de la cultura no es tan fácil como se supone!