Un tal Nicolás
Eyzaguirre, funcionario del Fondo Monetario Internacional (precisamente el
director del Departamento del Hemisferio Oeste –¿qué tal el nombrecito:
Hemisferio Oeste?-), en una reunión efectuada durante la semana pasada en
Bogotá, Colombia, aconseja a los países (latinoamericanos) que “las condiciones
económicas favorables no durarán siempre” y precisa el funcionario: “el
financiamiento externo es barato” y “los precios para las materias primas son
ventajosos” o sea –en palabras pobres- que es un tiempo oportuno (para los
países latinoamericanos) de endeudarse y vender los recursos naturales.
También, el empleado del FMI señaló que se debe “reconstruir las defensas
económicas” de los países (latinoamericanos) que fueron “afectadas sobretodo en
las economías con mayor integración financiera global” o sea las economías de
aquellos países que tiene TLC o cosas parecidas –dicho de otra manera, las
economías de aquellos países donde sus gobernantes aceptaron los consejos
anteriores de entidades como el FMI-.
Resulta interesante
constatar, en la declaraciones de funcionario del FM, la referencia a la
existencia de «condiciones favorable» para las economías de los
países latinoamericanos y que la imprescindible definición de sus
economías –que deben estar en función de sus pueblos y de su cultura (como
diría cualquier planificador del grupo Correa)- para construir defensas. En
este sentido al gobierno de Correa en el Ecuador [además de aprovechar de los
condiciones del mercado internacional (el precio del petróleo), de mejorar el
sistema de recaudación interna de impuestos (SRI) y de direccionar los
recursos económicos en infraestructura –sobretodo vial y energética-] le queda
pendiente el grandísimo problema de los subsidios, sobre todo de los
combustibles, que últimamente es motivo de contrabando –el caso del gas- que
pone en riesgo la vida y la tranquilidad de los ciudadanos.
El mercado interno
del Ecuador, dependiente del comercio internacional, debería fortificarse con
el aporte de la producción propia (mediana y pequeña industria, igualmente que
del ámbito artesanal, con la capacidad de agruparse en cooperativas). La
producción interna debería estar mas impulsada por la investigación de los
sistemas educativos formales e informales (siempre en relación con la
identidad cultural ecuatoriana). Aunque, se justifica el desgaste del gobierno
de Correa al tener que desarrollar instrumentos –sobre todo de tipo político y
legislativo- para frenar a los beneficiarios (aprovechadores) de las formas
económicas anteriores (y esto también es según las culturas ecuatorianas) que
encontraban sus aliados en las instituciones internacionales, muchas veces como
las del FMI –como más de uno ha asegurado-.
