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En un puente, Rímini, Italia, 2010.


La pregunta aparece en facebook, parece formulada con carácter reivindicativo y hace pensar que en Otavalo no existe ninguna Universidad Publica; sin embargo, en el Valle del Amanecer y en sus alrededores se puede contar algunas instituciones de estudios superiores que, según la mentalidad de quien propone la cuestión, no tienen el rango de «universidad», como tampoco entran en su catalogo las entidades que siendo Universidades no reciben la ayuda económica del Estado para su gestión, matiz que le convertiría en «publicas» (Que, por cierto, es o era la forma de clasificación: publica, coofinanciada y privada).     
Las respuestas no tardan en llegar al sitio web y muestran los sueños de grandezas de unos, las desilusiones de otros y en todos es latente mencionar lo importante del tema universidad: la calidad de la especialización y el ámbito de investigación que amerita. Ciertamente, esto es lo que se debería garantizar, más aun, es aquello que califica a cualquier centro universitario como tal, o debería ser así, pues, sino recuerdo mal, existía una teoría propuesta y aplicada por el antiguo CONESUP que limitaba el quehacer universitario a la didáctica y a eso llamaban «Universidad» (renovada).
No sé si se deba plantear la pregunta sobre la necesidad de una Universidad publica en Otavalo o si se deba plantear primero a qué se llama Universidad o qué es la Universidad Pública. Lo que me parece obvio es que no se puede ni despilfarrar recursos ni limitar el desarrollo de aquellos que buscan, incluso comprometiendo su propio patrimonio, al cultivo de las ciencias en todo el espectro de la realidad y no solo vivir de las apariencias, que con muchos suelen vender otros.