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En un bar de Vigo, España, 2010

Los interrogados con la pregunta del título casi siempre optan como respuesta el “comer para vivir” y censuran, seguidamente, el hecho de “solo vivir para comer”. La explicación de tal opción puede encontrase en que quienes la eligen intuyen en la susodicha cuestión una forma retórica en contra de la ociosidad. Pero, tal respuesta, resultar solo cortés y política.

La comer para vivir significa que el comer encuentra significado en la vida, que en sí mismo el comer no tiene significado, que su valor depende del significado de la vida. Pero, uno de los motivos para comer es degustar el sabor de la comida. El no prestarle atención al sabor, a los aromas, a las texturas, a la fluidez de los alimentos merma el sentido de la acción de comer o dicho de otra manera, le quita el carácter humano al comer, se puede decir que sin esta atención este acto es similar a la nutrición de cualquier animal.

Cabe sugerir que se preste la atención al deleite ya sea de la buena comida, de una buena amistad, de la presencia de los padres, de la compañía de los hijos, de los hermanos o del mismo Dios. No parece justificable una vida que no esté llena de cosas tan simples y tan grandes, como el sabor de la comida.