Gabriel, por decir alguien, ha realizado una serie de visitas semanales o quincenales, estas últimas son menos en relación a las primeras, al dentista por espacio de casi un año para tratarse cierta anomalía en sus dientes; después del trascurso de ese tiempo y al síntomas de molestia en lugar de la mejoría deseada los amigos le dicen, en forma de broma: “¿Dónde vas? ¿Dónde un dentista o a un zapatero (con perdón a quienes hacen bien su trabajo)?” La broma podría parecer inoportuna pero, lejano de que sea un chiste, es la realidad de varias situaciones en el Ecuador.
El realizador, José Zambrano Brito, escribe a favor “de la participación ciudadana dentro de los ámbitos de la difusión pública” con ocasión de la pensada reorganización y reactivación del Consejo Consultivo de Ecuador TV; la misión de este Consejo sería la supervisión delegada de todos los ciudadanos en relación a los contenidos de la programación y su influencia. Según la misión, visión y política institucional que encontramos en la http://www.ecuadortv.ec, que de alguna forma condiciona nuestra opinión, podríamos comentar ¿Qué se puede decir ante ese vago engendro? Pues, la simple lectura lo determina que la relación a objetivos no es fija, que pueden ser cualquier cosa, recordemos la polémica abierta sobre el concepto de familia y luego la experiencia suscitado con la elección de la Comisión de Control Cívico, donde se confundió la agitación y el proselitismo con la argumentación y el servicio”
La invitación de José Zambrano Brito es oportuna y propone el reto para que cada ecuatoriano considere su rol insustituible con relación a los medios de comunicación, especialmente aquellos medios que son financiados por el gobierno, como es el caso de Ecuador TV. Pero, ese empeño, deberá comenzar desde la base y no solo en la superficialidad, esto es definir claramente los objetivos por ejemplo serían criterios válidos, es mi opinión, la promoción de: la unidad del país, el desarrollo sostenible, la identidad cultural, los deportes, los estudios… la dignidad de la persona y del Ecuador.
¿Este cometido de trasformar desde las bases es posible para la administración? Sería sano sopesar responsablemente no desde la maledicencia las acciones de los administradores en los diversos campos, por ejemplo se dijo, hace algunos meses o hace años, que el cuerpo diplomático sería diferente de las “momias cocteleras” pero en algunos pasillos podemos encontrar cualquier Tutankamón, no me refiero a los mismos personajes sino a la forma funcionamiento. ¿Sería bueno que se despejen las dudas? No quisiéramos encontramos, una vez más, con que estamos pidiendo peras al olmo o encargando que cure nuestra dentadura el zapatero (con los debidos respetos del buen zapatero).
