El churo de paz debe sonar en la Casa de Carrión

¿De las
elecciones de la Casa de Carrión 2012, qué más queda por decir? Una vez
invocados los tribunales, entra el proceso, que tiene sus pasos y por lo tanto
se debe esperar las respuestas y contra-respuestas. Si existe una ley
fundamental en el Ecuador que debe prevalecer –y que deber sobreentenderse en
la Sumak Causay- es el respeto a las demás, principio elemental, además, en la
democracia (que por supuesto, no es esa broma insolente del imponerse despóticamente
de la mayoría).
¿Justificamos
las palabrotas y los insultos? Gritos que se igualan a proclamas y que parecen,
al no tener una sustento argumentativo, parte de las estrategias para congraciarse
con tal o cual contendiente, como si se jugara una apuesta en el antigua campo
azteca o se amenaza una posterior cacería de magos y brujas o simplemente se
espera recibir un pedazo del pastel, pues por lo que sabemos –en nuestros
medios- no suelen ser gratuitas las ofensas al enemigo ajeno.
Cuando
se huele que hay recursos, aparecen artistas (o gestores culturales) como
aparecen los hongos en la madrugada después de la llovizna, pero en tiempos de
solazos y ventiscas solo se queda aquellos, que por citar una autoridad en este
campo, Rainer María Rilke, “no se imaginan vivir sin hacer aquello que aman”;
el autor de Cartas a un Joven Poeta (1903-1908),
se refería en la frase al escribir poesía, pero se puede aplicar perfectamente a
la dedicación a la pintura, al dibujo, a la música…
¿No hay
otro camino para que entiendan que la violencia o las triquiñuelas? ¿Esa no me
parece que sea nuestra cultura o si? Quizá el reto de las muy citadas palabras
de Benjamín Carrión, sean en este sentido, y sean esas las que son deshonradas,
también significaría que hemos avanzado poquísimo con nuestra labor dentro de
la Institución. No me parece ni lógico ni justo concluir que sea una especie de
refugio, madriguera o el comedero de algunos. ¡No es así!

Deja un comentario