Una ingenua e irrespetuosa imagen de Rocco Cotroneo

Leí,
hace unos meses, un ensayo interesante de etnografía titulado
Pregiudizi e Orgoglio (Perjuicios
y Orgullo
) del antropólogo italiano Samuel Carnevali. Este estudio enfoca
la imagen publica de identidad, producida gracias a los medios de comunicación,
y que sirve en la relación entre albanes e italianos; es decir, muestra la idea
generalizada, de como les parece a los albaneses que son los italianos. La
interesante peculiaridad en el trabajo del antropólogo milanés es la atención
que presta a la imagen de los “italianos” ofrecida (elaborada) por los medios
de comunicación social y como esta –la imagen- influye en los seres humanos
concretos y en los grupos de albanes.
El uso
de las imágenes por parte de los medios de comunicación que afectan la
identidad de los pueblo no es novedad, pero resulta novedoso la conciencia de
la responsabilidad que debería existir al ofrecer imágenes o juicios, que no
pueden no ser iluminados con el debido estudio de una antropología seria.
La información
(las imágenes) ofrecida en los medios de comunicación social debe estar
regulada con una legislación internacional: No se puede ofender ni engañar,
entre otras cosas. Como por ejemplo, se puede leer el artículo corto publicado
en la Revista Sette del Corriere della Sera (12-X-2012),
titulado
I pensionati (USA in
testa) sognano di vivere a Quito: con 1.160 euro ci si toglie ogni sfizio
[Los jubilados (encabezados por
los de EEUU) sueñan vivir en Quito: con 1160 euros sin eximirse de ningún
capricho] de Rocco Cotroneo. Donde el articulista muestra, ingenua y
desvergonzadamente, la imagen que algunos italianos –a críticos- tienen del
Ecuador: “Scordarsi dunque la piccola
repubblica andina flagelata dalla miseria, fabbrica disperata di emigrazione,
patria di badanti e che cambia un presidente all’anno
” (A olvidarse de la
pequeña república andina flagelada de la miseria, infeliz productora de emigración,
patria de sirvientas domesticas y que cambia de presidente cada año). Que
posemos decir:
un po ‘di rispetto
per carità.
Sería
bueno para el “periodista” se enterase un poco mejor, como es lógico en
ejercicio consciente de los verdaderos profesionales dedicados a la información.

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