¿Un código de ética para la Asamblea Nacional?

El
Presidente Rafael Correa pidió sorpresivamente (en el gabinete itinerante en
Loja) se escriba una código de ética para la Asamblea Nacional. Se entiende
para el desempeño de las funciones de quienes cumplen con los roles de
Asambleísta de la Republica. Ciertamente, que debe existir un reglamento
interno de funcionamiento de estos señores, pero hay que recordarles y recordar
al Presidente que estos (los asambleístas) deben ser los primeros en respetar
las leyes, reglamentos y normas de la Republica, esto significa que están
ligados a la leyes generales y quizá con un 
nivel más estricto.
El
Presidente refería -en esa intervención- el caso de un presunto asesino, de
otro mentiroso o calumniador y de otro mal intencionado. Pregunto: ¿por
qué no interviene la justicia inmediatamente? ¿debería iniciarse la
investigación policial pertinente? Tal vez, se puede pensar en una escuadra
especializada de la policía, que estaría bien; pero, no debería existir una ley
paralela, a los delitos comunes, para quienes hacen de Asambleísta o de
cualquier otro trabajo político.
Si debe
establecerse una ley particular en el desempeño legislativo, por ejemplo,
cuando un asambleísta no sabe intervenir en la Asamblea o no cumple con su rol
de proponer no sus pareceres (ni personales ni de grupo) sino los intereses de
quienes representa (no se justifica, para cita algo concreto, un o una
charlatana o charlatán que se olvida de sus electores, esa o ese no
representaría a ninguno y por lo tanto debería dejar la sede para quien sí
pueda representar a los electores).
Los códigos
de ética deben estimular la libertad, que significa la valorización de las identidades, no tienen la misma coercitividad de la leyes; distinguir esto es muy
importante pues de lo contrario serian otras leyes. Ciertamente, si se compone
un código de ética debe procederse con la mira puesta en las identidades culturales,
a la par de lo que enseñaron los pedagogos alemanes del siglo XVIII, quienes
cambiaron el paradigma de pensar que la humanidad se debía medir con el modelo
clásico (lo griego-romano); para esos buenos hombres alemanes, cada pueblo debe
encontrar su camino como en su tiempo lo hicieron los griegos. Se supone que este
propósito (revalorizar la identidad) impulsa la Revolución Ciudadana (aunque no
lo hayan sustentado teoréticamente con efectividad y sea solo una intuición y
eso en algunos).

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