Solidaridad de Leonidas Proaño

Plantas heladas, camino a la cumbre sur del Rumiñahui. Valle de los Volcanes. 
 ¿Por qué diablos,
complicarse la vida? No parece banal la envidia de existir como los insensatos
que continúan viviendo entre lodazales sin ni siquiera cuestionarse si es
posibles algo mejor. Pero, no es menos angustioso ver a un sacerdote y peor a
un obispo o a un nuncio o al mismísimo papa cuyo silencio no les lleve a abrir
los ojos a la resurrección. ¿Se arrepentirán de los que han dicho? ¡Se arrepentirán
de lo que han dicho! El arrepentimiento siempre debe ser si se fue injusto, de
haber dejado que se introduzcan las sombras en el propio corazón y en los
corazones de aquellos que debió servir.
Solidaridad
es una poesía de Mons. Leonidas Proaño escrita en Asís, en 1983, dos años antes
de cesar en la sede de Riobamba. El poema recoge una formulación tópica de los
signos de una existencia cristiana auténtica.
Solidaridad
Mantener siempre
atentos los oídos
al grito del dolor
de los demás
y escuchar su
pedido de socorro…
es solidaridad.
Mantener la mirada
siempre alerta
y los ojos
tendidos sobre el mar,
en busca de algún
náufrago en peligro…
es solidaridad.
Sentir como algo
propio el sufrimiento
del hermano de
aquí y del de allá;
hacer propia la
angustia de los pobres…
es solidaridad.
Llegar a ser la
voz de los humildes,
descubrir la
injusticia y la maldad,
denunciar al
injusto y al malvado…
es solidaridad.
Dejarse
transportar por el mensaje
cargado de
esperanza, amor y paz,
hasta apretar la
mano del hermano…
es solidaridad.
Convertirse uno
mismo en mensajero
del abrazo sincero
y fraternal
que unos pueblos
envían a otros pueblos…
 es solidaridad.
Compartir los
peligros en la lucha
por vivir en
justicia y libertad,
arriesgando en
amor hasta la vida…
es solidaridad.
Entregar por amor
hasta la vida
es la prueba mayor
de la amistad:
es vivir y morir
con Jesucristo
La solidaridad.
Asís, diciembre,
1983.

Deja un comentario