Rey, estupidez y cacería de universidades

¡No
escuchan!. ¡Si escuchan y no están de acuerdo, desprecian a quien (según ellos)
dice lo contrario, lo encasillan como si fuera un enemigo!

El brazo
ejecutor del deseo de Rafael Correa (o del grupo o de quien esta detrás de
Correa) cierra algunas universidades. Instituciones a las cuales primero
satanizo y perjudico (económicamente) ubicándoles en una especie de leprosorio
con la supuesta base acusatoria de la falta de “calidad”. Pero, resulta, por lo
menos, raro no acometer también la baja “calidad” de las grandes universidades
(que consumen la mayor parte de recurso estatal) y que también comenten
latrocinio contra los ciudadanos y el país, como suelen decir los fautores del
proceso. En este sentido (la falta de calidad en las grandes universidades) no
hay nada dicho por el “equipo” ni siquiera una llamada de atención a tal o cual
institución.

Conviene
la cuestión ¿Quienes deciden sobre la calidad universitaria? O mejor
preguntarse ¿Qué es eso que llaman “calidad” universitaria? Aborrezco los
fantasmas, como aborrezco a los fanáticos, sean religiosos como políticos;
“esos” que se despiertan con las ínfulas de determinar lo verdadero de lo falso
y que según ellos extirpan la mentira. Siendo solo espantapájaros de algún
viento.

Al
parecer es necesario que exista primero un discurso universitario y académico
en el Ecuador, desarrollado desde los “argumentos” y no desde la imposición”.
Ese discurso determinaría lo que debe ser la universidad ecuatoriana y en función
del mismo determinar la “calidad universitaria” y los “valores” que tendría su
consecución; solo después de este labor se podría establecer los ítems de
juicio, de aprobación o desaprobación.

En un
ímpetu de estupidez el rey de los españoles (don Juan Carlos de Borbón) va a
cazar elefantes mientras, en el Ecuador, algunos se creen también privilegiados
con el poder de salir en cacería de “universidades”.