Papas, caballos y problemas
10 enero, 2011
Mientras preparo un plato de papas pienso en el significado de la frase: “tener una papa caliente entre las manos”. Algunos usan esta expresión para referirse a un entuerto, por ejemplo como aquellos confusos y complicados problemas que desataron la reforma de Lutero, tantos años atrás, muchos de los cuales se deben a la sencilla confusión de la Iglesia (una, santa, católica y apostólica) con la estructura curial. ¿En verdad esto es una papa caliente?
¿Se podría llamar “papa caliente” a un objetivo que es necesario alcanzar? Entonces se dice “papa caliente” a obtener el premio en una la competencia, con la consecuente descalificación y marginación de la mayoría y la aplicación inmisericorde de cualquier técnica con tal de ganar. En este punto me imagino el mundo de los caballos: unos son para actuar en las carreras, otros para llevar cargas, otros para carne y otros se quedan en los bosques. ¿Los últimos existen? ¡Admiro a los segundos! Tengo miedo y lástima de los dedicados a las carreras y de los que solo se alimentan.
¿Tener un problema es igual a decir tener una papa caliente entre las manos? Muchos cuando tienen una papa caliente simplemente la botan, otros la pasan a manos diversas como en “el juego del florón”, mientras otros se queman un poco o hacen cualquier tipo de malabarismo mientras se enfría la papa. Pero en realidad las papas calientes no son ningún problema son riquísimas acompañadas de queso fresco con un poco de perejil y ajicito. Solo en la mentalidad de los intolerantes e intransigentes (que es como decir el nido de los pecados capitales) se convierten en “papas calientes” aquello que no entienden ni quieren entender y se olvidan de lo verdaderamente importante. Ciertamente, la denuncia de Jesús del fariseísmo y de los fariseos no es cuestión del pasado.
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Un comentario
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Si, tienes toda la razon, la intolerancia, el egoismo y la falta de introspeccion son la base del sufrimiento de este mundo
Jean