Otra vez Rafael Correa en Milán
22 abril, 2013
La fuerza, Tarot del Alba Dorada
No recuerdo, exactamente, la frase
que usaban los abuelos para expresar la
sensación de fastidio, de aburrimiento, de hastío, de repugnancia y de vómito cuando una situación, que al principio era
aceptable, después de poco tiempo se volvia sosa, cansina, aburrida, molesta e
insoportable, tal vez era: «esto ya da sorra». No digo que ese sea el
sentimento surgido en mi interior al recibir la noticia de la nueva visita de
Rafael Correa a Milán, pero afirmó que está
próximo.
que usaban los abuelos para expresar la
sensación de fastidio, de aburrimiento, de hastío, de repugnancia y de vómito cuando una situación, que al principio era
aceptable, después de poco tiempo se volvia sosa, cansina, aburrida, molesta e
insoportable, tal vez era: «esto ya da sorra». No digo que ese sea el
sentimento surgido en mi interior al recibir la noticia de la nueva visita de
Rafael Correa a Milán, pero afirmó que está
próximo.
El texto de la invitación –enviado del Consulado- para pedir la
participación al encuentro con el
Presidente Correa en la ciudad italiana, manifiesta el deseo del mandatario de
agradecer a los votos de migrantes y celebrar (con un chagrillo) el triunfo. ¡Esta
bien que agradezca y festeje, logicamente, no seran con fondos públicos! ¿O si?
participación al encuentro con el
Presidente Correa en la ciudad italiana, manifiesta el deseo del mandatario de
agradecer a los votos de migrantes y celebrar (con un chagrillo) el triunfo. ¡Esta
bien que agradezca y festeje, logicamente, no seran con fondos públicos! ¿O si?
Hay que recordar a Correa y a su equipo eso de: zapatero a hacer zapatos. El
citado refrán tiene intención de referir y exigir, como ciudadano ecuatoriano,
el trabajo del Presidente. Celebró que Rafael Correa pregone su tesis económica
al mundo académico, pero no a costo del
dinero público, logicamente. Celebraría aún más si Correa y su equipo se
dedicasen a desempeñar una buena gestión al frente del gobierno: por ejemplo
propongan soluciones a los grandes
problemas: del establecimento de un sistema de justicia fuerte, agil y
claro en sus reglas; de los subsodios (del gas y de la gasolina); del cambio de
la venta de recursos naturales (para finanziar el estado) por la contribucion
del trabajo de los ciudadanos (mercado, iniciativa empresariales y laborales
ecuatorianas)…; de la traferencia de tecnologias con la capacidas de generar
nuevas tecnologia…; y ciertamente del
establecimiento y del respeto de las identidades ecuatorianas (el respeto al
Ecuador y a los ecuatorianos, siempre me pregunto como es posible que un
extranjero venga a nuestra tierra a imponerse e incluso a maltratarnos). Si,
aplaudo los éxitos de Correa. Pero, hay que trabajar más. A la pregunta que
quiere hacer del Ecuador y de los ecuatorianos se responde con base
argumentativas no con slogans. Cierto, una verdadera revolucion es una
revolucion cultural, lo difícil es precisar que es eso de cultural, pues algunos
se embelesan y enredarae en chagrillos, mientras otros se entretienen en
cambiar de nombres.
citado refrán tiene intención de referir y exigir, como ciudadano ecuatoriano,
el trabajo del Presidente. Celebró que Rafael Correa pregone su tesis económica
al mundo académico, pero no a costo del
dinero público, logicamente. Celebraría aún más si Correa y su equipo se
dedicasen a desempeñar una buena gestión al frente del gobierno: por ejemplo
propongan soluciones a los grandes
problemas: del establecimento de un sistema de justicia fuerte, agil y
claro en sus reglas; de los subsodios (del gas y de la gasolina); del cambio de
la venta de recursos naturales (para finanziar el estado) por la contribucion
del trabajo de los ciudadanos (mercado, iniciativa empresariales y laborales
ecuatorianas)…; de la traferencia de tecnologias con la capacidas de generar
nuevas tecnologia…; y ciertamente del
establecimiento y del respeto de las identidades ecuatorianas (el respeto al
Ecuador y a los ecuatorianos, siempre me pregunto como es posible que un
extranjero venga a nuestra tierra a imponerse e incluso a maltratarnos). Si,
aplaudo los éxitos de Correa. Pero, hay que trabajar más. A la pregunta que
quiere hacer del Ecuador y de los ecuatorianos se responde con base
argumentativas no con slogans. Cierto, una verdadera revolucion es una
revolucion cultural, lo difícil es precisar que es eso de cultural, pues algunos
se embelesan y enredarae en chagrillos, mientras otros se entretienen en
cambiar de nombres.
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