Los ejercicios espirituales instrumentos para la libertad o el sometimiento
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Casa abandonada Guaitarilla, Nariño. |
Los
jardines de la casa San Agustín de los Jesuitas en Machachi son hermosos, igual
que todo el lugar, que fue donado por
doña María Augusta Urrutia –una de las últimas tenedoras de los posesiones de los
marqueses de Solanda- y fue pensado para realizar ejercicios espirituales;
sobre estos escuché hablar en mi infancia, era una práctica anual que la realizaba
mi bisabuelo; cuando conocí las costumbres devocionales eclesiásticas descubrí
que eran unas jornadas enteramente dedicadas a la meditación sobre algunos
temas importantes para que la existencia humana tenga sentido. Pero, en los
tiempos del servilismo a los hacendados –según testimonios- los llamados
ejercicios espirituales se convirtieron en un degradante instrumento de sometimiento,
vejación y castigo.
dueños de las haciendas, en un tiempo no muy lejano, pagaban el salario a sus
empleados anualmente (a los indios no les pagaban nada, ya que ellos tenía que
ofrecer sus trabajos por ocupar los huasipunguitos, unos pedazos de tierra de
la hacienda de los gamonales, y por la enseñanza de la doctrina). La paga anual
se realizaba después de que cada empleado (administradores, mayorales, mayordomos,
huasicamas…) participara en los ejercicios espirituales que incluían la
confesión; para estas prácticas los patroncitos
buscaban en los conventos (franciscanos, agustinos, mercedario, dominicos,
carmelitas, jesuitas…) a religiosos que
hablasen a los sirvientes (indígenas incluidos) del demonio, del mundo,
de la carne, del pecado, del infierno…y otros temas de la doctrina que
movieran al arrepentimiento y librasen las almas de los pobres desgraciados mediante
la confesión de los pecados (allí declaraban robos, mentiras, abusos,
comilonas, borracheras…); lo que no sabía los ejercitantes –según un anciano-
era la secreta triquiñuela entre los curas y los patrones, que debían referir
los males para que sean reparados, así el “amu-patron” conocía los malos comportamientos,
para descontarles de la paga si fueron económicos y corregirles, si fuese
necesario con látigo u otro instrumento.
noble práctica de los ejercicios espirituales presente en la historia del
monaquismo y difundida, para provecho de las gentes, por las congregaciones
religiosas, fue prostituida en las tierras americanas, pues muchos déspotas las utilizaban para
aprovecharse a sus propios intereses y beneficios; hoy la conveniente práctica tiene
como finalidad apuntalar la libertad de cada persona y su compromiso en la construcción
de sociedades nuevas; lejos están los tiempos en los cuales se utilizaron para
el sometimiento, la intimidación, el castigo, la persuasión mal sana…
recorrer los bellos jardines de la casa de ejercicios espirituales de san Agustín
en Machachi puede ser ocasión para encontrarse con un sacerdote y charlar de
aquellas cosas que verdaderamente importan y que no pueden ser arrebatadas por las
miserias humanas.
Sobre el crimen del gamonalismo
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