La voz de la noche de Leonidas Proaño
27 marzo, 2019
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Portón y puerta, pueblo andino. |
La
culpa es uno de los elementos de sometimiento, un demonio que aprisiona y encadena
desde dentro del sujeto. Aunque sea el instrumento de tortura llegó a ser parte
de las prácticas (moral) de las falsas religiones, que en vez de impulsar a los
seres humanos para que encuentren la emancipación requerida y puedan descubrir
la única realidad que los dignifica, esto es el amor, los condujo a obnubilarse
y encerrarse en dimensiones oníricas separándoles de los reales y efectivos
compromisos de cuidar a los demás, a la sociedad y a la naturaleza. La voz de la noche un poema de Leonidas
Proaño, fechado en abril del 1930, es un diálogo tenso entre el pensamiento y
la superstición.
culpa es uno de los elementos de sometimiento, un demonio que aprisiona y encadena
desde dentro del sujeto. Aunque sea el instrumento de tortura llegó a ser parte
de las prácticas (moral) de las falsas religiones, que en vez de impulsar a los
seres humanos para que encuentren la emancipación requerida y puedan descubrir
la única realidad que los dignifica, esto es el amor, los condujo a obnubilarse
y encerrarse en dimensiones oníricas separándoles de los reales y efectivos
compromisos de cuidar a los demás, a la sociedad y a la naturaleza. La voz de la noche un poema de Leonidas
Proaño, fechado en abril del 1930, es un diálogo tenso entre el pensamiento y
la superstición.
La voz de la noche
Era
una noche de esplendores llena…
una noche de esplendores llena…
Un
día bochornoso para el cuerpo,
día bochornoso para el cuerpo,
un
día bochornoso para el alma,
día bochornoso para el alma,
había
lentamente ido muriendo,
lentamente ido muriendo,
dejando
tras de sí mudas congojas,
tras de sí mudas congojas,
dejando
tras de sí nubes de fuego.
tras de sí nubes de fuego.
Soñador
de bellezas y de encantos
de bellezas y de encantos
imposibles
de hallarlos en el suelo,
de hallarlos en el suelo,
en
mi insano delirio había creído
mi insano delirio había creído
realidad
que no era sino un sueño,
que no era sino un sueño,
en
mi insano dlirio había creído
mi insano dlirio había creído
que
podía gozar de todo aquello
podía gozar de todo aquello
que
mi loca fantasía me pintaba
mi loca fantasía me pintaba
como
grande y sublime, como bueno;
grande y sublime, como bueno;
pero
cuando pensé que iba a alcanzarlo,
cuando pensé que iba a alcanzarlo,
el
mundo hirió mi rostro con su cieno.
mundo hirió mi rostro con su cieno.
Soñador
de ideales cosas puras,
de ideales cosas puras,
me
enojó la ruindad de lo terreno
enojó la ruindad de lo terreno
y
volvíme confuso, mas … ¿a dónde?
volvíme confuso, mas … ¿a dónde?
¡mis
ojos no encontré donde ponerlos!
ojos no encontré donde ponerlos!
Sentí
ansias, congojas infinitas,
ansias, congojas infinitas,
penas,
muy hondas, en mi duelo
muy hondas, en mi duelo
buscando
alivio al alma acongojada,
alivio al alma acongojada,
calma
buscando el desolado pecho,
buscando el desolado pecho,
quise
cantar de mi dolor el canto,
cantar de mi dolor el canto,
quise
ensayar un doloroso treno,
ensayar un doloroso treno,
y
no pude… anudóse mi garganta,
no pude… anudóse mi garganta,
la
voz faltóme, estremeciéndose el cuerpo,
voz faltóme, estremeciéndose el cuerpo,
y
peores ansias y congojas dobles
peores ansias y congojas dobles
me
oprimieron tiranas alma y pecho.
oprimieron tiranas alma y pecho.
Quise
llorar desesperado y triste,
llorar desesperado y triste,
quise…
pero no pude, que no pude, que el reguero
pero no pude, que no pude, que el reguero
que
creí inagotable de mis lágrimas,
creí inagotable de mis lágrimas,
¡en
tan cortos instantes se había seco!
tan cortos instantes se había seco!
Ví
después hundirse en occidente
después hundirse en occidente
al
astro que alumbrara mis tormentos,
astro que alumbrara mis tormentos,
dejando
tras de sí mudas congojas,
tras de sí mudas congojas,
dejando
tras de sí nubes de fuego,
tras de sí nubes de fuego,
y
escuché indiferente las canciones
escuché indiferente las canciones
que
al último arrebol las aves dieron,
al último arrebol las aves dieron,
y
esperé que la noche me acogiera
esperé que la noche me acogiera
bajo
su triste y cariñoso velo.
su triste y cariñoso velo.
¡Era
la noche de esplendores llena!…
la noche de esplendores llena!…
Hacia
ella me volví; busqué el silencio,
ella me volví; busqué el silencio,
huyendo
de los ruidos de los hombres,
de los ruidos de los hombres,
de
mis vanos delirios rehuyendo,
mis vanos delirios rehuyendo,
y
la paz que anhelaba para mi alma
la paz que anhelaba para mi alma
halléla
de la noche en el misterio.
de la noche en el misterio.
Ascendí
a la luna lentamente,
a la luna lentamente,
por
el hondo infinito de los cielos,
el hondo infinito de los cielos,
derramando
a torrentes por los campos
a torrentes por los campos
fúlgidas
luces, pálidos destellos.
luces, pálidos destellos.
Alcé
mi frente desmayada y fría
mi frente desmayada y fría
y
contemplé aquel mar de luces lleno,
contemplé aquel mar de luces lleno,
y
ví que las estrellas titilaban
ví que las estrellas titilaban
cual
si se conmoviesen con mi duelo
si se conmoviesen con mi duelo
y
las lágrimas que antes derramarlas
las lágrimas que antes derramarlas
quise
y no pude, ya por fin corrieron.
y no pude, ya por fin corrieron.
Rumores
escuchaba misteriosos
escuchaba misteriosos
que
subían a la altura desde el suelo;
subían a la altura desde el suelo;
¡tal
vez de otras almas afligidas
vez de otras almas afligidas
las
plegarías, los ayes lastimeros!
plegarías, los ayes lastimeros!
De
en medio de rumores tan confusos,
en medio de rumores tan confusos,
mientras
yo derramaba llanto acerbo,
yo derramaba llanto acerbo,
una
voz misteriosa vino a mi alma
voz misteriosa vino a mi alma
y así hablóle en su idioma de misterio:
“Sueñas dichas y goces ideales,
no
trates de búscalos en el suelo;
trates de búscalos en el suelo;
mira
arriba, más lejos, allá encima
arriba, más lejos, allá encima
de
esos mundos ignotos y sidéreos:
esos mundos ignotos y sidéreos:
solo
allí saciaras tus ansias crueles
allí saciaras tus ansias crueles
y
realizados hallarás tus sueños;
realizados hallarás tus sueños;
pero
antes es preciso, no lo olvides,
antes es preciso, no lo olvides,
que
ames, sufras y llores, porque el cielo
ames, sufras y llores, porque el cielo
solo
van los que han sido en este mundo
van los que han sido en este mundo
probados
al calor del sufrimiento.”
al calor del sufrimiento.”
Abril,
9 de 1930.
9 de 1930.
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