La tauromaquia, la poesía y la edad de la “brutalidad”
15 mayo, 2011
Calpaqui, Eugenio Espejo, Otavalo, 2002
La tauromaquia es el arte de luchar contra un toro,
incitándolo y esquivándolo hasta darle muerte. Este arte despierta polémicas en
torno al maltrato de los animales, incluso en el Ecuador, donde asistir a una
corrida es casi como acceder a un sueño que se despierta con el olor de la
tierra, de los pajonales o de la propia vida, lógicamente, para quienes
nacieron en la serranía. La objeción en contra de la tauromaquia, muchas veces,
se realiza en forma irreverente, ofensiva e insolente.
incitándolo y esquivándolo hasta darle muerte. Este arte despierta polémicas en
torno al maltrato de los animales, incluso en el Ecuador, donde asistir a una
corrida es casi como acceder a un sueño que se despierta con el olor de la
tierra, de los pajonales o de la propia vida, lógicamente, para quienes
nacieron en la serranía. La objeción en contra de la tauromaquia, muchas veces,
se realiza en forma irreverente, ofensiva e insolente.
La tauromaquia posee, como dice Federico García Loca, la
“riqueza poética y vital”, proprio del arte. Solo en este marco del arte se la
puede interpretar y comprender el sentido de la tauromaquia; por otro lado, en
este tiempo en que vivimos -tiempo de superficialidad y “brutalidad”- se intuye
el porque de la repugnancia a las corridas de toros, pues es un tiempo donde
sobresale el desencanto mezquino de abordar los temas importantes e inexorables
de la vida. En este tiempo los sujetos tratan de evitar ficticiamente el pensar
que existe el dolor y la muerte. Temas que se deberían asumirse como
determinantes de la humanidad.
“riqueza poética y vital”, proprio del arte. Solo en este marco del arte se la
puede interpretar y comprender el sentido de la tauromaquia; por otro lado, en
este tiempo en que vivimos -tiempo de superficialidad y “brutalidad”- se intuye
el porque de la repugnancia a las corridas de toros, pues es un tiempo donde
sobresale el desencanto mezquino de abordar los temas importantes e inexorables
de la vida. En este tiempo los sujetos tratan de evitar ficticiamente el pensar
que existe el dolor y la muerte. Temas que se deberían asumirse como
determinantes de la humanidad.
Coincido con el motivo que mueve a García Loca a
escribir: “Creo que los toros es la fiesta más culta que hay en el mundo”, pues,
cada corrida es un poema y propone a la conciencia del espectador la dureza de
la vida y de la muerte; es, quizá, el ultimo de los espectáculos en proponer un
tema serio en vez de tanta distracción. Pero los aspectos duros de la muerte y
de la vida, expuestos a la manera de las corridas de toros, perjudican a
los negocios que obviamente venden fantasías e ilusiones que atenuar las
realidades difíciles, que no entienden o no les gusta, pero que siguen allí con
su contundencia e inexorabilidad.
escribir: “Creo que los toros es la fiesta más culta que hay en el mundo”, pues,
cada corrida es un poema y propone a la conciencia del espectador la dureza de
la vida y de la muerte; es, quizá, el ultimo de los espectáculos en proponer un
tema serio en vez de tanta distracción. Pero los aspectos duros de la muerte y
de la vida, expuestos a la manera de las corridas de toros, perjudican a
los negocios que obviamente venden fantasías e ilusiones que atenuar las
realidades difíciles, que no entienden o no les gusta, pero que siguen allí con
su contundencia e inexorabilidad.
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