La oración por la visita del Papa Francisco al Ecuador
13 junio, 2015
La oracioncita que
propone la Conferencia Episcopal Ecuatoriana para la visita del Papa Francisco
tienen dos partes, la primera es una afirmación de un futuro que vendrá (al
estilo de una profecía) y la segunda es una súplica para obtener unas
realidades que parecerías ausentes de los pueblos y las sociedades ecuatorianas.
Aunque, por lo que presentó estadísticamente la Dirección Nacional Obras
Misioneras Pontificias (2013) América sería el continente más evangelizado
(63%) en comparación con Europa (40%), Asia (03%), África (18%) y Oceanía (26%) tales datos no serían ni
considerados ni tendría ningún valor.
propone la Conferencia Episcopal Ecuatoriana para la visita del Papa Francisco
tienen dos partes, la primera es una afirmación de un futuro que vendrá (al
estilo de una profecía) y la segunda es una súplica para obtener unas
realidades que parecerías ausentes de los pueblos y las sociedades ecuatorianas.
Aunque, por lo que presentó estadísticamente la Dirección Nacional Obras
Misioneras Pontificias (2013) América sería el continente más evangelizado
(63%) en comparación con Europa (40%), Asia (03%), África (18%) y Oceanía (26%) tales datos no serían ni
considerados ni tendría ningún valor.
Se trata, por lo que se
puede analizar, de una oración improvisada pues no profundiza en lo que
pretende, a la vez que demuestra un prurito peyorativo o un desconocimiento
descomedido y descortés de las familias, de las comunidades, de las parroquias
y de las diócesis ecuatorianas; pues, cada una de esta realidades tiene su
historia dentro de la Fe (son tradiciones de la vida de los creyentes en Cristo
resucitado) en la cual, como en los pueblos europeos ha operado y opera el
Espíritu Santo; una historia que debería ser valorada con respeto y diligencia,
no ser tratada con mezquindad y superficialmente.
puede analizar, de una oración improvisada pues no profundiza en lo que
pretende, a la vez que demuestra un prurito peyorativo o un desconocimiento
descomedido y descortés de las familias, de las comunidades, de las parroquias
y de las diócesis ecuatorianas; pues, cada una de esta realidades tiene su
historia dentro de la Fe (son tradiciones de la vida de los creyentes en Cristo
resucitado) en la cual, como en los pueblos europeos ha operado y opera el
Espíritu Santo; una historia que debería ser valorada con respeto y diligencia,
no ser tratada con mezquindad y superficialmente.
El acento desmedido que los
autores de la oracioncita ponen sobre las ausencias (que es propia del deseo) de
la realidades arriba mencionadas en la tierras ecuatorianas no es solamente la
constatación de la dinámica de la tensión escatológica –la utopía- sino al
hecho de subrayar la deficiencia como si se tratara de realidades inexistentes
e inéditas, cosa que resulta falso, hiriente e insultante para quienes son
parte del Ecuador. La bella pregunta es ¿Por qué lo hacen? o ¿Quién saca
beneficio de esto?
autores de la oracioncita ponen sobre las ausencias (que es propia del deseo) de
la realidades arriba mencionadas en la tierras ecuatorianas no es solamente la
constatación de la dinámica de la tensión escatológica –la utopía- sino al
hecho de subrayar la deficiencia como si se tratara de realidades inexistentes
e inéditas, cosa que resulta falso, hiriente e insultante para quienes son
parte del Ecuador. La bella pregunta es ¿Por qué lo hacen? o ¿Quién saca
beneficio de esto?
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