La ceguera: el vacío final


El viejo profesor estaba recluido en un manicomio, se volvió loco:  ¿por qué? La vida de aquel hombre estuvo dedicada, cien por ciento, a la construcción de un sistema teórico que explicara el mundo, pero un buen día descubrió que estaba solo, todos sus discípulos habían desaparecido.
El sistema que diseñó, el viejo profesor, tenia un error de fondo -decían sus colegas-; un error que el sabio nunca trato de entender ni de resolver porque no podía verlo y jamás escuchó otra voz que no fuera la suya.
«El Quijote de la Mancha -decía, aquel profesor-, uno de los personajes de mayor renombre, es confundido con los idealistas que buscan cambiar  el mundo, pero no es más que un simple viejo loco». La tesis parece sin importancia pero afecta a los negociantes de ilusiones.
La locura del profesor consistía en decir eso en una época en la cual la motivación de la vida de las gentes era solo la posibilidad de alcanzar un sueño, ciertamente que debía ser asilado en manicomio. El diagnostico referia las causas de haberlo internado: era viejo, casi decrépito, nadie le entendía; era el único «Quijote» que no regresaba a la cordura antes de morir. 

Deja un comentario