Guillermo Lasso ¿prototipo de vago?

Si, al frente de la gestión pública del Ecuador, estuviera un empresario honesto y talentoso. Jamás hubiese permitido una paralización tan prolongada, como las acontecida en junio del 2022. Igualmente, hubiera evitado los conflictos que afectaron los negocios, las infraestructuras y las relaciones entre los ciudadanos. Lo hubieses arreglado, escuchando y discutiendo las propuestas, mediante los mecanismo humanos e inteligentes propios del juego político. Pero, la actuación de Guillermo Lasso Mendoza permite formular esta pregunta: ¿un prototipo de vago?

Guillermo Lasso, el presidente del Ecuador, no concedió importancia al pedido de los ecuatorianos pobres. Ni siquiera respondió a la propuesta de la mayoría ante la difícil situación económica en que se vive.

La actitud de Lasso no es desconocida para los habitantes del Ecuador. Es la actitud habitual, de déspotas y prepotentes ante la población desaventajada. Con este modo de comportarse, Guillermo Lasso Mendoza muestra el prototipo del vago. Un vago que se aprovechan de los recursos y del trabajo de los ecuatorianos más pobres. Todo para mantener los beneficios de los negocios del país con las prácticas de las haciendas coloniales.

La CONAIE es una de las organizaciones que acogió y lideró las protestas de todos los ecuatorianos contra del régimen de Guillermo Lasso. Un gobierno que marginó la opinión de los desaventajados, transfiriéndoles -además- el costo de las medidas económicas.

Leonidas Iza, presidente de la CONAIE, juntamente con otros líderes, representan a sus bases. Encargo que realizan sin quitarles el poder de decisión, hábito coherentemente con la práctica consuetudinaria de la comunidades y con la Democracia. Costumbre extraña u olvidada en los usos ordinarios de la política ecuatoriana; como en todo ejercicio del poder en cualquier institución. En las cuales los dirigentes (representantes) utilizan el encargo y deciden por todo el grupo. Tarea, muchas veces a ventaja de ellos mismos o los intereses de algún grupo.

El objetivo del paro nacional fue dialogar sobre diez puntos que afecta a los más pobres del Ecuador. Un objetivo que se mantuvo firme a pesar de los obstáculos. Obstáculos identificados en las mentiras sistemáticas de los medios de comunicación comerciales. En las acusaciones infames de los personeros del gobierno y en las agresiones brutales ordenadas por los mandos de la policía y del ejército.

La solución estuvo siempre en las manos de Guillermo Lasso. Pero, ni siquiera el acuerdo fue iniciativa del gobierno de turno. Ante el establecimiento de la mesa de dialogo, Lasso mostró su mala voluntad, los pretextos aducidos hablan por sí solos (incluido el contagio de COVID-19).

La convicción democrática de los líderes de la protesta y el reconocimiento de la necesidad de promover la paz. Una condición para el trabajo, la economía del país y la reconciliación entre todos los ecuatorianos llevó a las firmas de los acuerdos.

Muchas cosas nos enseña el Paro Nacional del Junio del 2022. Entre ellas. La necesidad de tener organizaciones fuertes para poner coto al despotismo. La constante atención ante embaucadores cuya profesión es mantener en el poder a los grupos privilegiados con desmedro de los más pobres.

El paro mostró, también, en Guillermo Lasso Mendoza un prototipo del vago e incompetente que ocupa un puesto de poder en las instituciones ecuatorianas. Mal endémico que causa pobreza y sufrimiento en toda la sociedad ecuatoriana.

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