Esteban y el pecado
27 diciembre, 2013
Una cerradura grande, 2013
¿Qué cosa es el pecado? ¡Un misterio! ¡Un misterio misterioso! Quizá uno
de esos supuestos sabios, podría responder que “el pecado es la trasgresión de
una ley divina con plena advertencia y pleno consentimiento”. ¿Qué? Obviamente, este conocimiento es parte de esas
cosas de las cuales no de debe preguntar, solo se debe creer y basta. Si se
atreve a formularse cualquiera preguntar al respecto, después de ser catalogado
entre los tupidos (una especie de limitación atroz y estable de la
inteligencia) puede ser acusado de ser hereje, indevoto, sacrílego… etc, etc,
etc. Pero, en realidad ¿Qué mismo es el pecado? El caso de la historia de
Esteban, podría ayudar.
de esos supuestos sabios, podría responder que “el pecado es la trasgresión de
una ley divina con plena advertencia y pleno consentimiento”. ¿Qué? Obviamente, este conocimiento es parte de esas
cosas de las cuales no de debe preguntar, solo se debe creer y basta. Si se
atreve a formularse cualquiera preguntar al respecto, después de ser catalogado
entre los tupidos (una especie de limitación atroz y estable de la
inteligencia) puede ser acusado de ser hereje, indevoto, sacrílego… etc, etc,
etc. Pero, en realidad ¿Qué mismo es el pecado? El caso de la historia de
Esteban, podría ayudar.
Esteban es llamado por el grupo de mandamases de Palestina, en tiempos
de crucifixión de Jesús de Nazaret, a responder de las razones que tendría para
expresar su pensamiento a favor del crucificado que además dice resucito. Este
tal Esteban no se deja intimidar delante de los cabecillas del pueblo y expresa
su pensamiento, explica su argumentación apoyado en la historia de su pueblo
(su tradición), dejando claramente en luz que el comportamiento de quienes
asesinaron en la cruz al Maestro de Galilea era condicionado de un corazón
malvado, de sus intereses. Los mandamases esos, que llamaron a Esteban, no
soportaron ni toleraron ni la acusación ni la argumentación, se taparon las
orejas y, como es costumbre, algunos comedidos lambiscones (lambebotas o “fundamentalistas”)
intervinieron garroteando y arrastrando a Esteban para matarlo a pedradas fuera
de la ciudad. ¿Dónde está el pecado? El pecado aparece, en esta historia de
Estaban, como un fruto de aquello que ha configurado el corazón de los
mandamases, de los lambiscones, de los espiones, de los curiosos y hasta de los
indiferentes.
de crucifixión de Jesús de Nazaret, a responder de las razones que tendría para
expresar su pensamiento a favor del crucificado que además dice resucito. Este
tal Esteban no se deja intimidar delante de los cabecillas del pueblo y expresa
su pensamiento, explica su argumentación apoyado en la historia de su pueblo
(su tradición), dejando claramente en luz que el comportamiento de quienes
asesinaron en la cruz al Maestro de Galilea era condicionado de un corazón
malvado, de sus intereses. Los mandamases esos, que llamaron a Esteban, no
soportaron ni toleraron ni la acusación ni la argumentación, se taparon las
orejas y, como es costumbre, algunos comedidos lambiscones (lambebotas o “fundamentalistas”)
intervinieron garroteando y arrastrando a Esteban para matarlo a pedradas fuera
de la ciudad. ¿Dónde está el pecado? El pecado aparece, en esta historia de
Estaban, como un fruto de aquello que ha configurado el corazón de los
mandamases, de los lambiscones, de los espiones, de los curiosos y hasta de los
indiferentes.
Hay corazón, corazón… ¿qué deseas? solo por lo que deseas se te
conoce, se conoce quien eres. Tal vez un demonio que deseas gozar haciendo un
mal o un guiñapo que desea sobrevivir haciendo lo que sea o un “donnadie” que no
sabe lo que desea. ¡Deberías aprender y escuchar!
conoce, se conoce quien eres. Tal vez un demonio que deseas gozar haciendo un
mal o un guiñapo que desea sobrevivir haciendo lo que sea o un “donnadie” que no
sabe lo que desea. ¡Deberías aprender y escuchar!
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