Endiabladamente chistoso: un policía roba en una Fiscalía

Circula
en la red un video que, según los comentaristas de un programa “informativo” o
de entretenimiento televisivo, fue obtenido por las cámaras de una Fiscalía y
que forma parte de las pruebas que sirvieron para acusan y condenar a un
policía. El crimen –según el relato- sería de robo, por el cual el acusado fue
castigado con diez días; lastimosamente, no entendí exactamente, si fueron diez
días de prisión o de suspensión de trabajo o de suspensión de sueldo.

Más
allá de la chacota, que suelen despertar estos tristes espectáculos -especialmente, en esos amenos espacios televisivos-, en el video se ven tres
hombres, dos vestidos a la usanza de la policía, que caminan en una oficina y
que toman algo entre sus manos y lo dejan en unas sillas o en una mesa. Las
imágenes, desgraciadamente, no tiene una definición que permita precisar lo
objetos a los cuales los comentaristas se refieren. Por lo tanto, el juez o la
jueza de la causa consideraría otras pruebas, seguramente aportadas por quien
haya acusado al sujeto, donde incluso estaría el relato de testigos, pero ¿quiénes?
De la fiscalía, de la policía, de algún transeúnte… de los ladrones.

Es endiabladamente
chistoso: un policía roba en una Fiscalía. Este será un motivo más, para
aceptar la sugerencia de algún “sabio filosofo” de moda (atormentado por la
crisis de ética y de los cacareados “valores”) para proponer la elaboración de
un código de ética para la Policía Nacional, otro para las oficinas de la
Fiscalía, y ya que estamos en el plan de elaborar códigos, conviene también elaborar
uno para los elevados y otro para ladrones. Si el robo no esta tipificado como
delito, seria un grave problema para un código legal o penal. Si las
autoridades policiales dejan que sus subalternos roben hay que castigar a esos
criminales, me refiero a los que permiten, no dijo promueven porque seria muy
fuerte; de paso, recuerdo que los primeros responsables en promover la
trasgresión de las leyes son quienes promulgan leyes absurdas y en perjuicio de
los ciudadanos. ¡A estos criminales, también, conviene procesarlos!