El Yasuní y la Baky: un obligado examen

Dragon, artesania en Bronce, Barzio, 2011

Si hay algo que los ecuatorianos debemos comenzar a
erradicar y repudiar, con toda las fuerzas, es ese miserable sentimiento –por
desgracia arraigadísimo- de provocar lástima para que nos sea consentido alguna
“cosita”, como se lee en la justificación de algunos proyectos.

El interesantísimo Proyecto Yasuní-ITT fue presentado por el consulado del Ecuador en Milán, el
viernes 14 de diciembre (tarde de llovizna) en un acto al que fueron invitados
gentes dedicadas con el quehacer universitario italiano. A este acto, la señora
Baky llegó con una hora de retraso, aproximadamente, seguro necesitaba
descanzar después del giro promocional del Yasuní-ITT
en la Conferencia de Doha (Catar).

Lo sorprendente en este actito fue que la mayoría de
intervenciones fueron de profesionales no ecuatorianos (el presentador español
y cuatro antropólogos italianos) para hablar de un proyecto ecuatoriano. Un
proyecto importantísimo no puede reducirse al típico proyecto para pedir plata.

El sabor que experimenté, no fue fácil ni identificarlo
ni digerirlo. Ahora, lo defino como algo absolutamente amargo. Si, algo amago,
al admirar la preciosidad y la vitalidad del Ecuador que sigue mostrándose para
obtener “la caridad” de otras gentes en otros pueblos, en menosprecio de la
propria gente.

Además, en ese acto, observé en la doña que hace de
ministra, sus apellidos estranjeros y raros, al juzgar por su piel estirada el
costo que supone mantenerla (las obligadas y frecuentes visitas alguna clínica
suiza o norteamericana de especialidad estética),  y, seguramente, cuando visita alguna ciudad
importante del mundo, residerà con el rango y el lujo de ministro que le cobija
todo a costilla del Yasuní-ITT y del
pueblo ecuatoriano. Ciertamente, estás dos últimas observaciones son
suposiciones, no me consta pero podrían ser de esa manera; por otra parte es
justificado preguntarse: ¿Para contentar a quienes hicieron esa presentación?
¡Será que el estilo chagrillo está de moda! Definitivamente: ¡Alguien se promociona!

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