Ciudades abiertas en el Ecuador
12 agosto, 2017

La frase “ciudad abierta” tiene resonancias y
reminiscencias a los diálogos de las películas de mafiosos, donde se la usa,
algunas veces, para indicar la ausencia
de control, por parte de un “capo”, de todos los negocios turbios que una
pandilla sostiene en un territorio; un vacío, generalmente, causado por las
disputas internas del mundo mafioso. Así, la frase “ciudad abierta” expresa la
oportunidad para que un capo se haga con
el poder de aquel territorio; demostrando su capacidad de “imponerse” sobre los
demás, lógicamente.
reminiscencias a los diálogos de las películas de mafiosos, donde se la usa,
algunas veces, para indicar la ausencia
de control, por parte de un “capo”, de todos los negocios turbios que una
pandilla sostiene en un territorio; un vacío, generalmente, causado por las
disputas internas del mundo mafioso. Así, la frase “ciudad abierta” expresa la
oportunidad para que un capo se haga con
el poder de aquel territorio; demostrando su capacidad de “imponerse” sobre los
demás, lógicamente.
Los ánimos electoreros, con miras a los próximos
comicios locales en el Ecuador, comienzas o, deben comenzar, a encenderse, por
tanto, en estos momentos, no parece mal propósito tomar el pulso de las
actuaciones de los gobernantes en el ejercicio del poder en cada municipio y en
cada junta parroquial. Aunque, no es de extrañar que los resultados confirmen
la percepción del poco trabajo realizado o, mejor dicho, del nulo
reconocimiento del rol que deben desempeñar tales autoridades en la gestión
local, esto es, de promover el respectivo desarrollo del medio o, lo que es lo
mismo, suscitar las condiciones óptimas
para que los ciudadanos desplieguen libremente sus capacidades en trabajos
variados y cohesionados entre sí.
comicios locales en el Ecuador, comienzas o, deben comenzar, a encenderse, por
tanto, en estos momentos, no parece mal propósito tomar el pulso de las
actuaciones de los gobernantes en el ejercicio del poder en cada municipio y en
cada junta parroquial. Aunque, no es de extrañar que los resultados confirmen
la percepción del poco trabajo realizado o, mejor dicho, del nulo
reconocimiento del rol que deben desempeñar tales autoridades en la gestión
local, esto es, de promover el respectivo desarrollo del medio o, lo que es lo
mismo, suscitar las condiciones óptimas
para que los ciudadanos desplieguen libremente sus capacidades en trabajos
variados y cohesionados entre sí.
Al confirmar, los no pocos modestos desempeños de
los personajes públicos en funciones en los gobiernos locales ecuatorianos, se
puede concluir que es patente la ausencia de liderazgo de los cabecillas y de
sus partidos políticos, que notoriamente carecen de ideas, esto es de planes
efectivos y realizables. Este hecho hace pensar, que como en los filmes de
mafiosos los gobiernos locales en el Ecuador son como “ciudades abiertas”
dispuestas para ser conquistadas.
los personajes públicos en funciones en los gobiernos locales ecuatorianos, se
puede concluir que es patente la ausencia de liderazgo de los cabecillas y de
sus partidos políticos, que notoriamente carecen de ideas, esto es de planes
efectivos y realizables. Este hecho hace pensar, que como en los filmes de
mafiosos los gobiernos locales en el Ecuador son como “ciudades abiertas”
dispuestas para ser conquistadas.
El asunto de tener “ciudades abiertas” es muy
peligroso, aunque, tampoco son estados extraordinarios, en las gestiones políticas
locales ecuatorianas, pues, larga es la lista de oportunistas y pícaros, que
han ocupado los sillones en los gobiernos locales, sin tener idea exacta de lo
que deben hacer y solo por la congrua o la fama. Este mal es una de las lacras
y una de las causas de la pobreza endémica de nuestras sociedades y, aunque se
hace necesario prevenir semejante mal, la pregunta contundente queda en el aire
¿es posible hacerlo? con la pobre
educación política de los ecuatorianos, cuyo bajo nivel de crítica, en relación
a las y embelesados con utopías efímeras y ridículas, que
muchas veces no tienen ni pies ni cabeza.
peligroso, aunque, tampoco son estados extraordinarios, en las gestiones políticas
locales ecuatorianas, pues, larga es la lista de oportunistas y pícaros, que
han ocupado los sillones en los gobiernos locales, sin tener idea exacta de lo
que deben hacer y solo por la congrua o la fama. Este mal es una de las lacras
y una de las causas de la pobreza endémica de nuestras sociedades y, aunque se
hace necesario prevenir semejante mal, la pregunta contundente queda en el aire
¿es posible hacerlo? con la pobre
educación política de los ecuatorianos, cuyo bajo nivel de crítica, en relación
a las y embelesados con utopías efímeras y ridículas, que
muchas veces no tienen ni pies ni cabeza.
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